I
Puma, cóndor y halcones favorables
tallad máscaras, vestidos de oro,
que levanten poderes fulminantes
en múltiples regiones sometidas.
Mi ser íntimo es serpiente oculta,
que conserva los vestigios alados,
mariposa que embriaga de belleza
y el colibrí que cuelga de mi frente.
Mis poderes vigilan de la altura
en guerra con tigres y ocelotes,
territorios de cabezas trofeo,
con los caciques que yacen a mis pies.
Siendo principal me vestí de pobre
para destronar del dolor a dioses
y a la altura inexorable de fuerza,
temor en las conciencias propagado.
Zorro, zorrina más loros inmundos
me sitían como suplantadores,
como dioses de la amarga tristeza
y el rastrero interés de cada día.
Que nadie ose desafiar mi poder
y tome mi lugar en firmamento,
poder que volverá del mar ignoto
cuando, como y donde no sospechen.
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