V. AÑORANZA
TENGO DOS PALABRAS ATRAVESADAS EN LA GARGANTA
como dos espinas que se clavaron y no pasan,
como una molesta telilla que me impide respirar.
Cada vez que las digo en el vacío de tu ausencia
me cortan como una piedra recién cortada,
son dos trozos irregulares de hielo,
dos ásperas raspas de espiga,
anzuelos oxidados y sangrantes.
Cuanto más se escapan de mis labios
se convierten en puño de hierro
que aprisiona mi corazón de carne.
Manejando solo, las grito una y cientos de veces,
y cada vez son más amargas y más solitarias.
Quiero extraérmelas mientras sigas en otro continente,
no decirlas nunca más ni con el pensamiento.
Ya he renunciado,
porque sé
que aunque me duela
a todas horas
seguiré repitiendo:
te quiero.
UNA MAÑANA CLARA
es tu amor junto al mío.
Un brote de limonero
potente y tierno.
Los ojos de niño
grandes y vivos.
Una hermosa mañana, bien soleada.
La semilla que nace, rompiendo la tierra.
Esa mirada nueva, descubridora,
son presencia de tu amor
en nuestro mundo.
La claridad vestida de verde
en todos los tallos del contraluz,
el resplandor del sol,
el constante crecer de la planta
en una intensa progresión,
la inteligencia reflejada
en el desarrollo gracioso
de nuestros niños,
son presencia de la vida
y señales de que tu amor
todo lo anima.
Me deslumbra tu mañana clara,
me ilusiona el florecer de tu amor,
me hace persona nueva
el que tú me quieras.
SE ME VAN ENCALLECIENDO LAS MANOS
pero mi amor por ti está fresco.
A medida que transcurre el tiempo
se me van perdiendo las sensaciones
mas mi amor por ti sigue creciendo.
La distancia es cruel cuchillo
que mantiene despiezadas nuestras vidas
pero el brote vivo, va, día a día, floreciendo.
La corteza está engrosando
y las hojas tienen cada hora
un color verde más brillante.
Mis manos están tornándose duras de trabajo
y ásperas de tierra.
Más firmes serán mis caricias
cuando acaricien las tuyas.
Las jornadas se vuelven más largas,
lo meses lentos, de mucho trabajo,
me van volviendo cada vez más viejo.
En ti nazco de nuevo
en una vida y un proyecto nuevos,
de ilusión y de encanto.
mi vida no pierde sentido,
en ti encuentro un camino más concreto
de entregarnos a nuestro pueblo.
ME HACEN MÁS FALTA QUE NUNCA TUS PALABRAS
al menos tus palabras.
Cuando Javier se va de viaje
y yo me quedo encerrado
en esta casa solitaria
mal llenando tu ausencia
de trabajos y conversa,
me hacen más falta tus palabras,
al menos tus palabras.
Cuando el ánimo se me pone triste
y a cualquier contratiempo
mi carácter se vuelve seco
y brotan de mis labios
razones duras y amargas,
me hacen más falta tus palabras,
al menos tus palabras.
Cuando llego desilusionado
porque nadie asistió
a una reunión programada
y me parecen inútiles los esfuerzos
de todos los compañeros,
me hacen más falta tus palabras,
al menos tus palabras.
Cuando se hace insoportable
el transcurrir de este tiempo,
tiempo de espera y tardanza,
y entra el gusano de la duda
de todo lo que aún puede pasar,
me hacen más falta tus palabras,
tus sencillas palabras.
QUÉ ME IMPORTA A MÍ
que tus palabras no broten
si tus sentimientos son un río
que se escapa por cada detalle
de tu dulce voz
y va iluminándome de paz.
Te busco a ti,
si las palabras son torpes,
tendremos tiempo de expresar
a través de los gestos
y de la relación de los cuerpos.
Me tendrás que enseñar
a desatar nudos viejos.
Tampoco puedo explicar,
sólo sé que te quiero
y eso todo lo llena.
Esta cabeza mía incorregible
por todo pregunta,
mas ahora sé
que está fuera de lugar
el preguntar por qué.
Gracias te doy por el esfuerzo
que te supone el hacerme llegar
la grabación de tu voz.
Para mí es suficiente
porque el sonido me evoca
tu persona completa.
Hazme llegar siempre tus palabras,
esas palabras que tú llamas cortas
y que tan dentro de mí llegan.
ME HAS ROBADO EL SUEÑO
porque no hago más que soñar contigo.
Mi sábana es un mar de surcos,
en mi cabeza da vueltas un disco rayado,
siempre repitiendo las dos palabras.
Ahí están tus labios
y esos dedos tuyos, tan queridos
y tu sonrisa.
Ahí están tu pierna y tus pechos
y al lado tuyo estoy
y te descubro y tú me vas descubriendo
suavemente,
sin violencia
con todo el tiempo del mundo.
Ahí están tus labios
ahí tus pechos de nuevo
y aquí están mis manos
y todos tus cabellos
y una paz inmensa,
cosechando el tiempo.
Ahí están tus manos
y todo mi cuerpo
y aquí está mi boca
y también mi pecho.
Juntos nos descubrimos
con la suavidad inmensa
de nuestra ternura.
Están también presentes todos tus sentimientos
y mi firmeza, y todo el fuego
que hay bajo la piel,
todo el espíritu y la alegría
que caben en el dolor y en esta espera.
Toda la paz que nace de la angustia
y esta huída del sueño
están también presentes.
CUANDO AL FIN ME RECOGE EL LECHO
te echo en falta
y mis últimos pensamientos
se entremezclan con los sueños
y tú estás junto a mí
y te beso,
y te acaricio,
y ya nunca estaré solo,
y por todas las calles vamos abrazados.
Por una pared asoma una cabeza calva de tanto pensar
que critica
porque nunca abrazó a una mujer,
y se olvidó el cuerpo en un arcón
y sólo lleva puesta
la túnica de eficacia.
Pero nosotros vamos juntos
y de vez en cuando
inventamos una caricia
sin importarnos que nos vean
y nos traten de tórtolos.
De repente
estamos en Aretxabaleta
y en la siguiente esquina está El Ejido,
y más allá el teatro Arriaga,
y debajo, en vez de ría, la calle Dato,
y más allá la nueve de Octubre
y nos besamos en cada esquina,
recorremos nuestro sueño
en presencia sobre real
de deseo y futuro.
En el sueño se ensortijan mis manos y tus manos
y tu cuerpo se enraíza en mi cuerpo
y aprendemos a sostenernos
y vamos descubriéndonos
en el ser profundo de nuestras piernas
y nuestros pechos,
y mis manos te buscan
y sólo encuentran las sábanas.
También tus dedos
recorren mi piel
y te siento tan cerca
que ya ha llegado el tiempo
en que nos hemos, definitivamente,
encontrado.
Nos está dando la sazón en su punto
para que sepamos descubrirnos,
con toda delicadeza,
cuánto somos capaces de querernos.
Despierto con un rayo de luz
que se filtra por un agujero
del techado de eternit.
Retomo mi febril actividad
con el sentimiento claro
de que el camino cierto,
predicho en los sueños,
es que llegaré a ti,
y me siento capaz de más,
de una actividad mejor,
y de tratar a las personas
como seres capaces de ser amados.
Me sostienes y me impulsas,
hacia ti voy,
y tú me lanzas al pueblo,
y el pueblo que sufre
y ama mucho
me encamina a ti.
PARECE QUE TENGO PAZ
pero ni genio estalla
en cualquier pequeña contrariedad
porque aún no estás junto a mí.
Mis nervios están cansados
de tanto añorar
y no poder amarte.
Estoy agresivo porque te deseo
y no puedo estar contigo.
Me tendrán que soportar
muchos malos humores
hasta que llegues a mí,
hasta que formemos
nuestra casa sencilla.
SIEMPRE SERÁS MI NOVIA,
aunque llegue el día
en que nuestros sexos
estén saciados de lecho
y de costumbre,
aunque la rutina de la vida
haya formalizado
todos nuestros papeles
y ya no tengamos más problemas
que convivir a diario,
aunque haya pasado el futuro
y cansados de lucha
deseemos la muerte,
aunque nos veamos rodeados de descendientes
y ya nuestros cabellos
se hayan teñido de canas,
yo nunca te diré: mi mujer,
siempre serás mi novia.
Novia de aquel día de sol
que, entre las cruces de Urkiola,
con el corazón en la boca,
te descubrí mi amor;
novia de los prados,
las peñas y las fuentes de Barambio;
novia de las palabras breves
y de los fríos paseos largos;
novia de la ilusión callada
y del valor de la espera;
novia de aquella medalla
que te habló más que mi boca.
EN LUCHA CON LAS PALABRAS
rechazo el usual vocabulario
de todos los enamorados.
Como te voy a llamar: mi mujer,
pudiendo decirte: Carmen,
amiga, compañera,
o mejor, simplemente: Carmen.
Cuando te presente a los amigos:
Aquí, mi esposa.
¿Seremos, acaso, esclavos, prisioneros?
Prefiero pensar
que el amor nos unirá.
Tú eres la persona que más amo:
Carmen, la que me ama.
¿Cómo voy a gritar que deseo poseerte?
Deseo acariciarte, descubrirte poco a poco,
día a día conocerte,
que despierte tu ser mujer,
ganando yo mi dimensión de hombre.
Ser sólo mía.
Son palabras ridículas y peligrosas,
si tenemos que darnos a cuantos nos rodean,
para poder encontrar el amor
en nosotros mismos.
Decididamente no me valen
las palabras de las canciones
para hablar contigo:
Carmen,
novia, amiga,
mujer, enamorada, compañera,
te estoy esperando para darme entero.
Yo quiero que seas tú
y ser yo en ti,
que vivas profundamente
y vivir yo en ti,
que ganes tu ser mujer,
escalando yo mi dimensión de hombre.
Carmen,
primer aguacero de invierno,
sol deslumbrante,
estrella sobre la luna,
meta por fin a la vista,
amanecer,
fuente,
colibrí,
raíz.
NO TE PUEDO OFRECER UNA CASA ESTABLE
nuestro nido será una balsa en el río,
un carromato gitano,
una tienda de campaña.
El día de nuestra boda
no prepararé la llave de un piso nuevo,
pero nos daremos un puesto
en el corazón de los pobres.
Sé que necesitaremos un lugar para nosotros,
unas paredes amigas,
una cunita de niño.
También sé que en nuestra ventana
estarán siempre otros,
lo que mueren de pobreza,
los olvidados de todos.
Ven, compañera, novia, hermana,
quizás no tengamos una casa para toda la vida,
ni nuestras bodas cuenten con todas las bendiciones,
más se que Dios nos ha dado la locura
de regalar el futuro a este pueblo querido
que comparte, sufre y ama.
Ven, Carmen,
que necesito darme a ti
y que te des a mí.
Ven que si somos uno
podremos vivir los dos.
Ven que, sólo conociéndote,
podré llegar a ser yo.
Ven que ya no me interesa
vivir la lucha solo.
Ven, que necesito hacer posible
en este mundo,
el amor.
LOS CUERPOS SON LIMITADOS
son manos, pechos,
son piernas, sexos,
empaquetados en piel.
Las manos se buscan,
se recorren,
se conocen,
mas, después de las caricias ¿qué?
Los pechos se encuentran,
se enfrentan,
se inflaman,
mas, después del abrazo ¿qué?
Las piernas se enlazan,
se estrechan,
se aprietan,
mas, después del lecho ¿qué?
Los sexos se reconocen,
se excitan,
se penetran,
mas, después del acoplamiento ¿qué?
Más allá de las caricias te busco,
en la ternura de tus manos,
en el sentimiento de tu pecho,
en la pasión de tus piernas,
en el ser de tu sexo.
Tú estás más allá
y yo sólo puedo percibirte
en mis manos,
en el pecho,
entre mis piernas,
en mi sexo,
pero yo te busco más dentro de mí
y te encuentro en todo el sufrimiento de nuestra separación,
en nuestras renuncias y en la espera.
Yo te encuentro en este amor que despiertas,
tu respeto por los otros y en la bondad de tu alma.
Yo me encuentro contigo
aunque mis manos te busquen
y mi pecho esté huérfano,
mis piernas yazgan lánguidas
y se me alborote el sexo
con tu prolongada ausencia.
Yo sé que es batalla perdida
el ser uno contigo,
aunque en la vida alcancemos cierta compenetración
siempre quedará un camino
para volver a encontrarnos.
He visto como la muerte
trunca la más bella unión,
como en la vida es utopía
lograr la comunión,
mas esta es la utopía
la bella cometa, resplandeciente de sol,
que gobierna nuestro hilo.
MIS MANOS ESTÁN EXTENDIDAS,
como un ciego te buscan,
como un molino,
girando en la oscuridad.
Mis pies van caminando,
paso a paso,
hasta llegar a ti.
Todo mi cuerpo es nido vacío
hasta que tú lo llenes.
Mis labios se secan al sol,
añorando el frescor de tu boca.
Mi pecho está listo
a enfrentarse a cualquier muro
que me separe de ti.
Tengo oídos suspicaces
de tanto esperar tus palabras.
Toda mi piel, perlada de trópico,
está, sin embargo, añorando,
el calor de tu cuerpo.
Ven, que mis rodillas se doblan,
bajo el peso de tu ausencia.
Ven, que se levantan los miedos
y un monstruo enorme,
con un letrero que dice: AUSENCIA
con fiereza me devora.
Y tú le tiendes el lazo firme
y yo, blandiendo frágil estilete,
terminamos con la feroz criatura
con el milagro de nuestras palabras sinceras.
Ven, que mis manos añoran tus caderas,
Ven, que mis labios quieren temblar en tu cuello,
Ven, que yo quiero llegar a ti.
Mientras estés tan lejos, estaré extendido
palpando todos los rumores del viento,
leyendo las letras del humo,
escuchando las claves de la lluvia,
imaginando tu cuerpo
y nuestro común futuro.
Mientras me separe de ti un océano,
seré un animal solitario,
un raro espécimen entre esta gente
que vive tan a flor de piel.
Mientras demoren los abrazos
y no nos cobije el mismo techo,
mi alma estará roída de polilla
y a cada rato el comején hará nueva galería,
en mi corazón solitario.
Mientras no se produzca
nuestro definitivo encuentro
el mundo estará hueco
y el ideal será cinta de papel.
Ven, que manoteo el aire,
y sólo encuentro viento.
Ven, que abro mis labios
y en las sombras, beso.
Ven, que me encuentro vacío
en toda la extensión de mi cuerpo.
GRACIAS TE DOY, SEÑOR,
porque he podido llegar a este momento,
sin saber aún seguro
cuál es el orden del ritual.
Gracias te doy
porque he entrado en una etapa distinta
de mí mismo,
y porque me has librado
del gran pecado que estuve a punto de cometer.
Gracias porque me hiciste entender
que no se puede matar el amor,
so pretexto de que tu Reino
no consiente labradores que miren
si va derecho el surco.
Gracias te doy, Señor,
porque no estaré ya en la soledad del altar,
sino que uniré mis manos a otras manos
para rezar y buscar tu Reino.
Gracias te damos, Señor,
porque nos has hecho en el misterio más atrayente
y profundo de nosotros mismos.
Tú has sido, Señor, el que nos has enamorado
con la bondad y ternura
que, día a día,
depositas en nuestras pequeñas almas.
Mis manos ya no harán más
los gestos de tu presencia entre nosotros,
pero sabrán dar más amor.
Ya no explicaré tu palabra al pueblo,
ni presidiré las asambleas,
pero mi voz se alzará siempre
contra los que explotan al pueblo.
Poco a poco irá cambiando mi aire
hasta que la realidad me penetre
en todos los poros del idealismo.
Gracias te doy, Señor,
por todos estos años de servicio
al pueblo que cree y sufre.
Gracias porque me ha cruzado el camino
trazándome un trayecto más humano.
Gracias porque seremos mejores
que cuando solos
amábamos demasiado quiméricamente
a todas las personas.
Este es el último día de mi presidencia,
más la misa seguirá siempre viva,
porque día a día nos daremos
hasta el final de nosotros mismos
y así vivirás en nuestro matrimonio.
Quizás unos meses
eche en falta las pequeñas formas
que he ido creando cada día
en estoa años de ministerio,
pero ahora la vida me está exigiendo
el verdadero salto creador:
hacer un hogar siendo tu verdadero seguidor
vivir toda la angustia del mundo
y conservar tus grandes ideales.
Te pedimos, Señor, tu fuerza
para no ceder demasiado
a las presiones de la sociedad.
Que de tantas personas pobres
se nos contagie el saber vivir
con lo bienes que cada día
preparas para nosotros.
Refuerza, Señor, nuestro amor
para que todos los problemas,
al ser compartidos, sean leves.
Si alguien nos acusa de haber torcido el camino,
respóndele por nosotros
porque eres, Tú mismo, Amor,
y a tu imagen ha crecido
el cariño tan intenso
con que nos hemos encontrado.
Si tú nos haces varón y mujer
y depositas en nuestro corazones
la sed de ser uno,
nadie en el mundo tiene derecho
a torcer tus planes mutilándonos.
Nos hemos encontrado, Señor,
y la ley nos prohibía descubrirnos,
mas el amor ha hecho
que empecemos a ser uno
en pensamiento, alma y cuerpo.
La estructura legal podrá juzgarnos,
la sociedad quizás nos margine,
la almas pías ya nos juzgan,
pero todo lo llevaremos en prenda
del gran tesoro de nuestro amor.
Gracias te damos
porque, por unas pocas dificultades
has aumentado tanto nuestra alma
que hemos tenido que ampliar
nuestras anteriores vidas.
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